Quiero decirte ahora,
que la mañana ha dejado de existir,
Cuántas noches de agonía te vi llegar a mi puerta,
con las ganas enredadas y el alma en pausa…
te dibuje en mi espacio, con tu sonrisa tardía y mis ansias,
acabando con mis entrañas, no podían dejar de tocarte.
Quiero decirte ahora,
que la vida parece un suspiro cansado,
Que nada podría alejarme de este soñar con estar vestida en tus labios,
Mi piel cercana a tu aroma, sin despedidas, sin descansos…
y te veo alimentar mi tiempo, con los segundos que por tus ojos escapan.
Quiero decirte ahora,
que todo ha sido dicho,
Lo que nunca llegaría a decirte si me amaras,
con el sufrimiento olvidado tocando a mi puerta…
Que aún en las tardes azules, en las noches sin música, en los medios días nublados y en las medias noches de insomnio, oigo tu voz y siento tus manos,
me devuelvo del acelerado trafico de sueños para encontrarte
sembrando anhelos en mi regazo.
Hoy puedo amarte, puedo entender que no podré tenerte,
Hoy debo decirte, sin medida de sentimiento,
Que no sólo vivo para extrañarte, sino que entre mis sueños y las realidades del mundo existe un espacio en que todo se reduce a un recuerdo,
El ensueño toma tu forma y la vida es tan sólo un tatuaje de tu nombre.
Medellín, Mayo del 2007
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