Casi nada se siente en el aire saboreado de ese antes, de nosotros
Tal vez salgan por las noches las golondrinas de mi alma a volar por tu terraza
También oigo la sirena cantando las canciones de aquel tiempo
Y las calles del pueblo hermoso de acordeones que vive en mis adentros
Quisiera recordarte sin llanto y recorrer aquellos espacios temporales de alegría, tomados de las manos…
Imaginarte en tu silla de armas holísticas entre el café y el humo de un buen cigarro
Sin embargo te ignoro.
Me confundo en mis recuerdos enterrados en fosas, la nostalgia se ha hecho carne y el dolor añejo se alimenta cada noche de mis lágrimas…
Eres tú. Ahora también he sido yo. Es el universo cargado de deseos y de lujurias guardadas de antaño.
Casi nada siento debajo de esta piel odiosa,
Ahora el recuerdo de tus horas enredadas en mi alma, me lleva al mar en las manos, me desangra…
Te recuerdo amor, como eras entonces, como seas ahora,
Te recuerdo amor, en el alma y en la aurora.
Con mis pasos de viajera errante, con mis cansados besos, con mi piel hecha arte, con mi alma recogida por pedazos, con mi yo…
Ya caminamos descalzos por la sensación y qué más da soñar con encontrarnos juntos cultivando patillas en algún barrio callejón, suspirar juntos qué se yo, entregarnos juntos a los vacíos del amor.
Líneas sueltas, el coro de las lágrimas
Tu mirada tras los lentes, llegando a mi calma
Pienso en ti y el espacio se hace un trueno
Y sueño y dudo y tu voz queda en mis recuerdos.
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