sombreando nubes

También lloro.
Por ciudades, por adioses trasnochados,
por la señora del parque que vende los cigarros,
por ánimos soleados, por atardeceres urbanos.

Un beso tiembla en mis labios de asalto,
murmuran a ciegas su propio llanto...

¿Y estas ganas de ti?
de inventos
de silencios solemnes
de singulares matices.

Voy a contarte que lloro, aun sin estar llorando
que bajo el telón y me entrego
buscando puentes, migas de pan, espejos de charcos

¿Y estas ganas de ti?
suman cadenas y espantos, semillas que viajan alegres
árboles que mueren solos sombreando nubes
insectos descoloridos, plumas entintadas
suman voces y personalidades

...porque
también lloro.

Ibarra, Ec. 26/02/2011

Hojarasca

Necedad nefasta

Se me hace patético

No tener más que ofrecer

Escombros y Excepciones.

Desmantelo una fortaleza

Impura corroída

Y sin embargos

Esperanzada.

Estoy sobrada de caricias

Agotadas predecibles

Pensadas para ti.

Y me rompo

Alucinando una mañana

Cubierta de hojarasca

Vestida desvestida

Tan acorralada contra mí

Como ahora.

Planeo al mismo tiempo

Un enlace desastroso

Una corredera abierta

Un choque frívolo

Un grito

Algo.

Y atravieso

Para estarte

Tácito

Esquivo

Sin corazas

Frente a mí
Hundidos en la cama.

Libro

Un libro vivo exige respeto,
lleva indefectiblemente
a buscar un anti-espacio.
Un libro seductor es un propio-mundo,
que cambia de sabor con el día
la gente, las mirada fijas,
las máquinas que cortan el pasto,
los niños que juegan fútbol.
Un libro es todo menos un libro,
es un hombre, una hembra,
un feto, un cadáver.
Un libro que vale la sentada,
el frío el hambre, el sueño...
tiene la facultad de auto-terminarse.
Un libro cuando es internista
supone la continuidad sensata
de un masaje cura-espasmos.
Un libro recomendado debe reposar,
dueño y señor,
en mi regazo.
Sentirme toda suya.
Ibarra, Ec. Febrero 17 de 2011

Versos para revoluciones

Ayer era un alma encinta que gritaba: en los caminos de sol la libertad galopa

Años maldecidos acorralan la historia mientras saboreo mi propia sangre

Hoy defenderé una clase: Cúspide de retazos multicolores

Seré comarca, seré descendientes, seré cultivo y te alimentaré de noches

Mañana caminaré despacio sobre las flaqueadas guarniciones

Astuta y serena para reforestarte: nación de naciones

Subirte a un triciclo

Busco descocerme, desimpregnar todo de tus aromas

Caminar de revés al verte, olvidarte es lo que se me antoja

Empiezo por desligarme, soltarte de una vez por todas

Trabajarte como un despido, rellenar tu espacio

Si me abandono, es por abandonarte

Tirarte en un callejón, dejarte a solas

Lavar tus derrames, secar la humedad de tus cosas

Arrancarme quieta como despellejándome

Regresivamente contar para devolverte tus miradas

Subirte a un triciclo y echarte a andar

Estrenar borrones, tacharte sin más

Desenvolver lo inútil, reírme de alusiones

Prepararme para enterrar tu entidad sorda en fosas comunes

Flotar tranquila en tu estanque de amores antiguos

Y por fin rescatarme.

Ibarra, Ec. 06/02/11

Pueblo

Vamos a movernos
con brazos descargados
de armas
resentimientos
diferencias
amenazas
contradicciones
fronteras
calmantes
mordazas


Vamos a movernos
con mentes desprevenidas
al fracaso
barro
dolor
portazo
descontento
insulto
descaro

Vamos a movernos
descalzos
genuinos
recogiendo escombros del pasado
sembrando flores
con un niño colgando sobre la espalda
con las uñas sucias de tierra
viendo al río
respirando los eucaliptos
respirando la lluvia
soñando

Vamos a movernos
pueblo
vamos a reconstruirnos
vamos a dejar colores
vamos a abrir caminos

Ibarra, Ec. 06/02/11

Me enamoro

Me enamoro del hombre.

Me enamoran sus gestos 

Imprecisos o inconclusos.

Me enamoro del descanso

En esas palabras que no espero

…Desde hace rato.

Me enamoran sus secretos.

Me enamoro de un brillo constante

De un urgente suspenso.

Me enamoro de cambios

Orígenes y vuelcos.

Me enamoro de un hombre

De un momento

De un detalle

De un relámpago

Del tiempo contrariado

Del piso que se abre

Del abismo que me traga.

Me enamoro de un hombre

Y sin razones saludables me adjunto

A sus pieles, a sus mañas,

A sus noches sin asuntos.

Me enamoro

Invencible

Maleable

Avergonzada

Me enamoro de un hombre que no dice nada

Y aun así derrite de hambre mi mundo.

Ibarra, Ec. Hoy

Sin los poetas y las poetizas

Sin los poetas y las poetizas

La vida apesta

Sobretodo y más que nada

Porque envejecemos,

Arrumacos torpes y vetustos muebles

Adornando las calles y los cobertizos sucios

Sin los poetas y las poetizas

La vida apesta

Apesta

Y apesta

Sin lugar a dudas ni resabios grises

Porque sabemos escuchar las noches

Como las luciérnagas

Hacemos caídas y resguardos

Lunas vencidas y días pardos

Sin los poetas y las poetizas

La vida apesta

Somos paredes indestructibles

De cierres y aperturas

Callados somos multitudes

Y escribimos para la muerte

Sin poetas y poetizas

La vida apesta

Sólo es una fuga de escusas

Y un barranco de estupideces

Los faros simples

Las cadenas cortas

Los deseos sutiles

La mirada absorta

Sin poetas ni poetizas

La vida apesta

Mi mano neuroléptica

Seguramente me ahorcaría

Hundida la cabeza en la tierra

Los pies cementados y desahuciados

Los ojos entrarían al orden de la masa

Sin poetas ni poetizas

La vida apesta

Recogida en las alcantarillas

Enterrada en los rellenos públicos

Vaciada

Superflua

Dormida.

Hoy. Ibarra, Ec 

Desconocido

Tu respiración asechando

la piel de mi cuello eriza

El silencio es una melodía

Mi cuchillo resbalando 

en esta fruta tierna

y me guardo 

el recorrido de tu lengua

....el roce de tus labios, de tus dientes.

Me gusta ser la presa

del desespero maligno, 

de tu fiereza.

Saberte desconocido

enloquecido

arrastrado y perdido

en el instinto.

Descubiertos

dejas de ser todos ellos

yo me vuelvo una sola

alimentando la pasión caníbal

de un momento que espera.

Me domina el deseo.

Saberte desconocido

enloquecido

arrastrado y perdido

en el instinto.

Ibarra, Ec. HOY