sábado, 10 de noviembre de 2012

CLANDESTINA

Empecé a escribir este poema
aquella noche inconclusa
cuando leía al mundo con flores y mariposas,
descubría que había siempre
una palabra para cada cosa.

Solía, entonces, enamorarme del sonido
que impregnaba de significados la vida,
como cuando pronunciaba
lo "sublime", lo "etéreo", lo "diáfano", lo "inmarcesible".

La edad de la búsqueda:
del sentir del otro,
del soñar propio;
del vivenciar la belleza
y del desconocer al odio.

Empecé a escribir este poema
cuando pensaba en cultivarme dentro mío
un espíritu que, sin remedios,
llegase al alba,
ignorando que mientras aprendía estaba recordando.

Veía llover en mi ventana
me bañaba en la lluvia de mi terraza,
de mis noches solas
de mis canciones de Fito
y crecía clandestina la humanidad
para mí.

También en la poesía
te haces un Dios
creando con verbo lúcido
realidades que viera después,
superadas aun con más verbo
que fuera realidad misma.

Empecé a escribir este poema
como si no hacerlo estuviese prohibido
por dioses ansiosos,
y sin embargo,
desperté a destiempos
de verdades que caminaron sonámbulas
hacia individuos como yo,
sospechosamente felices,
indignados del que se regodea,
incomprendidos por el resignado,
rebeldes de nacimiento.

Digamos que me sentía la flecha que hiere al viento,
y otra cosa era "la masa":
este poema me dejaba afuera;
pronto razonable el futuro vino
con el ser de una "masa nueva"
que al danzar mi cuerpo-todos-uno
a ella respondiera.

Empecé a escribir este poema
cual voz hecha burbujas
sobre las olas vivas,
la misma voz que viajó
desde la sombra de los palos e'mango,
testigos dulces de una carrera infante,
hasta las fuentes volcánicas,
las calles adoquinadas,
y tu boca: el final silencioso
donde la catarata, que antes fuera,
se hace el suave rocío que cubre una cordillera.

Largo andar estremecido llegase
a una sencilla plegaria
que me guardará en secreto
un amigo, "El Lechero",
como fina nostalgia
de mi muerte viva.

Empecé a escribir este poema
en rincones
para nadie
acuñando tesoros
con los que compré un sueño
mucho más precioso.

Chachimbiro, Ecuador 28 de Julio-2012

Noche de Luna Llena

I
En una habitación oscura
la noche de Junio
se vistió con cristales
cuarzos y estrellas.

II
Desde la ventana
yo me encogía
de cabezas sobre brazos
para ver otra cima iluminada.

III
La Luna, Sol pareciera
naciendo tras la montaña
volcando al claroscuro
los árboles que cercan
la ciudad dormida.

IV
Luna te ruego,
Luna Llena,
has que vuelva a verme
si a estas lágrimas respondes,
apiádate de mi locura,
amarlo como le amo
sin medida de dulzura.

V
Luz de Luna Llena
que se cuela por mi ventana,
Él está mirándome
con ojos de rabia,
dame fuerzas para amarme
si él ya no me ama.

Calpaquí Ecuador Junio 11, 2012

Ella triste

Tengo una tristeza
amplia
profunda
de edades
insultante
agresiva
corrosiva
pedante
que duele.

Tengo una tristeza
parece un presentimiento inoportuno
de más tristeza
que viene a anidar junta.

Tengo una tristeza
que puede peinarse como cabello
negro y largo
ante mi espejo.

Tengo una tristeza
que repite todos los días, cada día
y se angustia sola
y se autoflagela.

Tengo una tristeza
que inunda y recorre mi cuerpo
como el veneno que a grandes cantidades
intoxica pero no mata.

Hay una tristeza que tiene a una mujer
ella triste
ella muerta
ella triste.

Calpaquí Ecuador 11 de Junio 2012

domingo, 25 de marzo de 2012

Desde el otro lado

Ella viene caminando sobre las azucenas
cerrados sus ojos también hablan con las estrellas
quiero que me escuche cuando le canto
que sepa que la miro desde el otro lado

Nos cruzamos a destiempos
ella va triste
yo le consuelo al regresar viva
vamos sobre la misma acera

Anoche en esta cama suplicó el descanso
salió de su cuerpo frío
murmuró sinrazones dulces
durmió canciones mías
y ya no soñó

Hoy yo duermo en su cama
y le abrazo el corazón
boca abajo su pecho suave
mis manos la tocan respirándola
los pies doblan
dan un adiós eliminado

Acabo de recordarlo:
he vencido la muerte
he vencido el mal
he condenado al enemigo

Voy a recordárselo a ella
ERES FELIZ

miércoles, 22 de febrero de 2012

Flor de escaparate

Ven a descansar
en tu casa, que es mi corazón.

Ven a bailar
sobre los pisos mojados,
las veredas de historia,
la madera testigo de fuego.

Ven a caminar
casas viejas que nos miran,
senderos de montaña
que nadie más camina,
cascadas del comienzo
y jardines de cima.

Llévame contigo
porque si me dejas aquí
voy a olvidarme hasta de mi olvido
haré tanto silencio
que morirá mi voz, buscando tu nombre
ya no cantaré a tus ojos extraviados
ya no arderá mi sangre;
No seré ni el murmullo del agua
No habrá temblores de piel de alma

Seguiré mi rumbo sin más límites ni luz
con un llantito ahogado
de flor de escaparate

Llévame a tu lado
porque si te alejas y sin tocar mis labios
apagarán las gotas de las hojas al sol
y qué se dirá en el pueblo de la falda estrellada
cuando al cerrar la luna su jornada
caiga la niebla durmiendo
y no encontremos más un regreso
para cultivar besos de almohada.

Chachimbiro, Ecuador

miércoles, 25 de enero de 2012

¿Y la mañana? ¿Y la noche? ¿Y los atardeceres?

Voy a desconectar mi pensamiento
Para reducirlo todo
A la humedad de nuestras bocas

Voy a espantar a los espantos
Para limpiarlo todo
Y que sólo quede el ahora

Para qué los sentidos puros
Sino son para sentirte
¿Y la mañana? ¿Y la noche?
¿Y los atardeceres?
Sino veo a tus ojos

La insoportable realidad de estos rumbos
Suavizada y cruda
Falseada y endurecida
Sucia
Se ha manchado de amor lúcido

Quiero ver las fotografías nadando
Hasta las cascadas
Las ropas quemándose
En leñas de eucalipto
Las ciudades durmiendo
en ruinas de mi cuerpo

Entonces voy a volver de mis encierros
Destilándose las sinfonías negras
Un silencio de disparos a la cabeza

Muerte: ya no vienes a nosotros

jueves, 19 de enero de 2012

Amor Mío

Con tus manos que estrangulan mi cuello
Ayudadas por mis manos
Voy a sonreírle a tu mirada confusa

Y si recortas mis labios para probar mi sangre
Ofrezco mi dolor con hambre de más

Cuando las flores blancas quiebren la casa
Den su perfume muerto
Recordaré neutra,  nuestros desencuentros

La rabia es tan dulce como el deseo
Ambos son veneno que aviva

Inventado amor mío
Invéntame tu olvido
Para sobrevivirte sola.