Te conocí un soleado día de Febrero, yo era la famosa y tú
Un simple príncipe azul.
Luego bailamos y mi mano insegura a tu corazón fue a parar…
Recorrimos el amanecer de nuestro valle y entonces fuiste a parar tú
A mi pequeño mundo.
Te dormiste en mi cama y yo escuche tu respiración con detalle,
Desde entonces mi almohada te sueña, como ahora mi alma te anhela.
Cada segundo de tu sonrisa entró en mi historia para siempre,
Aunque un para siempre tuyo me dejara sola y vacía.
Y lloro por ti
Lloro
Porque ya ni imagino el mundo
Los tiempos pasan y mi existencia sigue
Congelada en tus segundos
Alejandro de mis memorias
Sigues siendo el fantasma de mis guerras perdidas
Y el fantasma de mis vidas futuras.
Ibarra Ecuador, 26 de Mayo de 2010