Sin los poetas y las poetizas
La vida apesta
Sobretodo y más que nada
Porque envejecemos,
Arrumacos torpes y vetustos muebles
Adornando las calles y los cobertizos sucios
Sin los poetas y las poetizas
La vida apesta
Apesta
Y apesta
Sin lugar a dudas ni resabios grises
Porque sabemos escuchar las noches
Como las luciérnagas
Hacemos caídas y resguardos
Lunas vencidas y días pardos
Sin los poetas y las poetizas
La vida apesta
Somos paredes indestructibles
De cierres y aperturas
Callados somos multitudes
Y escribimos para la muerte
Sin poetas y poetizas
La vida apesta
Sólo es una fuga de escusas
Y un barranco de estupideces
Los faros simples
Las cadenas cortas
Los deseos sutiles
La mirada absorta
Sin poetas ni poetizas
La vida apesta
Mi mano neuroléptica
Seguramente me ahorcaría
Hundida la cabeza en la tierra
Los pies cementados y desahuciados
Los ojos entrarían al orden de la masa
Sin poetas ni poetizas
La vida apesta
Recogida en las alcantarillas
Enterrada en los rellenos públicos
Vaciada
Superflua
Dormida.
Hoy. Ibarra, Ec
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