sábado, 19 de junio de 2010

DESTINO INCIERTO

Pudimos hacernos dueños de la madrugada

para calentarla con el fuego propio de la pasión.

Pudimos compartir la respiración mientras dormíamos

y tal vez compartir los sueños, sólo tal vez.

Pudo haber sido el mundo nuestra estación de paso

y vivir en las estrellas…

Qué necesitábamos más

que un poco de primavera en nuestras vidas,

Pasar las tardes en el mar

e invitar a los ángeles a nuestra danza…

Pudo ser la noche nada más que nuestro vestido

al recorrer los estadios de la pasión,

que en nuestras miradas, como llamas ardía…

Puede ser tu beso tibio en las mañanas y tú…

mi refugio a la tristeza.

Lo que el universo pudo ser para los dos sólo el destino,

que enredó nuestro camino a la felicidad compartida,

lo sabe.

Tal vez nos lo haga saber…

Valledupar, año 2002

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