jueves, 5 de noviembre de 2009

Y luego dices ADIÓS.

Esta vez voy a tratarte rudo
dame tu mano y
nos volvemos mudos,
déjame que te diga
lo que siento cuando me miras
así como niñitos de cinco años:
tú eres lo más rico del mundo,
me gustan tus labios
como me gustan tus gustos,
vamos, no te hagas el bruto
que soy pa' tu cerveza
como eres tú mi vino
de mayor lujo.

Quiero que estimulemos
las pupilas,
las llemas de los dedos,
cada neurona
con ideas trilladas
con ideas idiotas.

Para qué te digo cosas
que se dicen mejor
cuando recorres mis momentos
y luego dices
ADIÓS.

Llegas de frente
con tu retórica,
y yo atontada
te desarmo y hasta sin lógica
con una florecita
y una canción diabólica.

Voy a tratarte bien rudo
mirándote a los ojos
de tu pasado,
sentada en tu fuente
probando mejor suerte.

Ahora empiezo a retractarme
quiero que niegues que todo lo cursi
de esta literata
te quita hasta las ganas
de pensar...

Y todo lo demás se enciende.

No hay comentarios: